Cuando conocí a esta clienta hace dos meses y medio me dijo que tenía “temitas” con la venta.
Con subir sus precios, con recibir dinero y esas cosas.
Ya solo con tener la entrevista de valoración le sirvió para animarse a subir sus precios.
Luego se apuntó al programa y hace unas semanas me mandó este mensaje:
“Ayer de camino al trabajo me escuché la clase de ventas y me pareció super. Hoy la vuelvo a escuchar tomando notas. [Estrellitas de emojis]”
Te lo cuento porque si te pasa que te da cosilla vender salud, o crees que no tienes nada que ofrecer por encima de los 1.500 €, seguramente es que no estás entendiendo la venta de manera correcta.
La venta bien entendida se siente fácil, fluida y amorosa.
En 2 meses y medio ha pasado de no valorarse del todo, a subir sus precios, crear un programa y estar dispuesta a venderlo (inicialmente) por 600 €.
Ella todavía no se lo cree, no se da cuenta del camino que lleva recorrido, por supuesto, no vayamos a celebrar la vida antes de tiempo (nótese la ironía).
Lo importante es andar y de vez en cuando, girar la cabeza y flipar con tus cambios.
Si al girar la cabeza te ves en un sitio similar a hace 6 meses, seguramente necesites mover un poco el culete, en alguna dirección.