Mi mejor momento del día es después de entrenar.
Sin ningún tipo de duda.
Cuando llevo semanas entrenando la piel se me rejuvenece, tengo más energía, me siento increíble.
Ojalá sepas a qué me refiero.
Pues llevo unos meses donde estoy siendo muy constante. Mucho.
Y todavía voy a ser más.
Creo que cometemos un grave error dejándonos como lo último en nuestra lista de prioridades.
Que parece que no hay otra opción.
Pero siempre la hay.
Tienes tiempo para tus clientes, para tus compromisos y para los compromisos de los tuyos, pero para ti no.
Tienes dinero para regalos de tu familia, para reparar el electrodoméstico de turno, para las locuras de tu marido… pero para ti no. Para tu crecimiento no.
Hasta que no cambias el chip, las cosas no suceden.
Es imposible.
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