Cuando tú no te valoras demasiado, puede que sientas que tus clientes no te valoran.
Si cancelan sus citas.
Si no siguen la pauta.
Si no te hacen caso.
Hay ciertas señales…
Y cuando esto es así, puede que notes un malestar interno que se transforma en rabia, en no querer dar más allá de lo que han pagado y en una serie de sentimientos que no son buenos ni para ti, ni para tu cliente.
Empezar a ver tu negocio de salud integrativa y a trabajarlo en el largo plazo tiene mucho más sentido.
No se trata de que un cliente no te valore.
Se trata de entender por qué algunos clientes no te valoran.
¿Te estás dirigiendo a las personas equivocadas?
¿Tienes bien trabajadas las condiciones de tu servicio?
¿Es tu servicio suficientemente amable con el cliente como para que pueda seguir tus indicaciones?
De esta manera es más fácil localizar fallos, optimizarlos y seguir mejorando tu negocio para que pueda crecer sano y fuerte.
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