Se me olvidó decirte algo importantísimo esta semana.
Acabo de caer y he venido corriendo a escribirte el artículo porque esto lo cambia todo.
Cuando entendí este concepto, las ventas en mi negocio se dispararon.
La gente dejó de decirme “ya te diré algo la semana que viene” y empezaron a comprarme en el momento.
Es lo que se conoce como “tensión de compra”.
Seguro que lo has visto por ahí, o incluso lo aplicas a veces.
Me refiero a los descuentos que duran X días, o los cursos que te dicen que están valorados en miles de euros pero que solo hoy lo tienes a 47.
Lo que pasa es que normalmente son palabras que huelen fatal por una razón muy sencilla: son mentira.
Para una buena tensión de compra no hace falta mentir, ni decir grandes cosas.
Sería, por ejemplo, contarte que a finales de Septiembre cerré las plazas para el último programa de Dórico.
En estos meses no ha sido posible acceder al programa, por lo que estos meses he estado hablando con las personas que se han ido interesando.
Las plazas son limitadas, será un grupo pequeño, como a mi me gusta trabajar.
Y cuando se llenen ya no se podrá entrar, no sé hasta cuando.
De nuevo, no es una estrategia, simplemente no planifico mi negocio con más de 3 meses de antelación. No me parece nada productivo hacerlo.
Así que igual hacemos una nueva edición en 6 meses, o el año que viene, o vete a saber.
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