Hace unos días tuve sesión individual con una de mis clientas.
Y al final de la sesión se le escapó una frase que dio forma a un problema gordo.
Dijo: “Es que para vender necesito encontrar a gente como tú que gane bien. Con un sueldo de 1.000 € nadie va a querer invertir en esto.”
Uf!
La cosa no termina ahí.
Antes de decirte lo que le contesté, te cuento otra perlita que me soltó unas frases después:
“Tengo que mezclarme entre la gente que tiene dinero, pero no sé si quiero vestir como ellos, hablar como ellos o que me interesen las mismas cosas.”
Uf, uf, uf!!
Si piensas así o esto te resuena de algún modo tienes 2 problemas serios:
- Mides el dinero de las personas en base a tus propias limitaciones. No es así. La gente tiene mucha pasta y está dispuesta a invertirla en lo que sea que necesiten en cada momento. Cosas rarísimas muchas veces.
- Crees que “tener dinero” convierte a las personas en extraterrestres y para acercarte a ellos has de hacer algún tipo de ritual que te permita hablar su idioma.
NO.
La gente normal, de la calle, como tú y como yo, invierte miles de euros en operaciones estéticas, en cremas, en productos, en botox y ácido hialurónico.
También en casas, en vacaciones, en coches, en electrodomésticos, en muebles…
Si tienes un negocio y piensas así, solo te va a traer problemas.
Y a las personas no las puedes cambiar.
Pero a ti mismo sí.
Yo no sé lo que tú quieres.
Pero sí sé la mejor manera para que lo consigas.
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