Primero. Ejercicio: piensa en aquello que más te gustaría conseguir en tu vida y luego responde ¿te ves realmente capacitado para tenerlo?
Pensamos que la vida es al revés.
Pensamos que haciendo cosas llegará un día en que nos veamos capaces.
Pero no.
No, porque las cosas que haces cuando no te ves capaz, no son las cosas que necesitas hacer para verte capaz.
Primero te ves capaz y eso te permite hacer otro tipo de cosas.
El tipo de cosas que te trae resultados diferentes a cuando no te ves capaz.
Te pongo un ejemplo.
Andrea piensa que no es capaz de hablar en público.
Entonces lo que hace es crear contenido en redes sociales, hacerse pequeñita, evitar esos momentos… y piensa que algún día será capaz de hablar en público.
En cambio, Verónica piensa que es capaz de hablar en público.
Reconoce que le da miedo, que no lo ha hecho nunca, pero sabe que es capaz.
Contrata al mejor profesional para que le enseñe a hablar en público, hace las cosas con miedo y en pocas semanas ya está dando su primera conferencia
Con miedo.
La segunda un poco menos miedo… y así.
En unos meses Verónica habla en público y Andrea sigue pensando que no es capaz de hacerlo, pero que lo será algún día.
La movida es que si Andrea decidiera hoy mismo, que ya se ha cansado de su aburrido discurso mental y que ya está bien de tanta tontería, hoy mismo podría decidir ser capaz y seguir el camino de Vero.