En 2018 acababa de aterrizar en el mundo de los negocios digitales. No tenía ni idea de lo que era tener y gestionar un negocio sin morir en el intento por cualquier causa.
Decidí invertir en una mentoría top.
12 meses de mentorización.
4 eventos presenciales.
Objetivo: facturar 10.000 € al mes.
Precio: 11.000 € + IVA.
Ahí que me fui.
Valiente.
Creo que la decisión fue adecuada, necesitaba ese entorno, esa visión, esas herramientas…
Ya te adelanto que no conseguí (ni de lejos) el objetivo que me había marcado.
Dominaba las herramientas, las sabía aplicar en otros negocios con buenos resultados, pero no tenía la mentalidad adecuada para poder aplicarlo en el mío.
Ni de lejos.
Estaba llena de dudas, de inseguridades. Tenía muy poquita confianza en mí misma y ni siquiera sabía darle nombre a todo lo que estaba viviendo.
Y así seguí, un curso tras otro.
Invertía diferentes cantidades, (6.000, 2.000, luego 500…) recuperaba más o menos la inversión, pero nunca sentía haber integrado del todo el conocimiento para mi misma.
No lo podía aplicar en mi.
La suerte que tuve es que lo que aprendía sí lo aplicaba en mis clientes y ellos (que sí estaban preparados), sí tenían resultados.
Gracias a que a ellos sí les funcionaba, me recomendaban y todo se iba manteniendo a flote.
Aún así no era suficiente como para que mereciera la pena todo el esfuerzo de emprender.
Yo sentía que me estaba perdiendo algo.
Y así era: le di la vuelta a la tortilla cuando decidí formarme en la pata que me faltaba: mi mentalidad, mi consciencia, mi desarrollo humano.
No te voy a decir que de la noche a la mañana, pero sí en un período de 6 meses conseguí lo que no había podido lograr en 3 años.
El conocimiento que había adquirido en esos primeros 3 años estaba ahí esperando a que yo pudiera usarlo.
Puede que tú te hayas formado mucho como profesional de la salud integrativa, con los cursos, especializaciones, etc.
Es lo mismo que hacía yo en esas mentorías que pagaba: aprendía de marketing, estrategias…
Todo esto me hizo ser una muy buena profesional.
¿Y de qué me servía?
¿De qué te sirve cuidar a otros si no sabes cuidarte tú primero?
Hasta que no adquirí las herramientas necesarias para que mi negocio fuera rentable y sostenible no pude:
- Disfrutar realmente mi emprendimiento y el resto de áreas de mi vida, ya que se veían afectadas por mi frustración laboral.
- Ayudar a otros de manera más profunda desde mi zona de genialidad, permitiéndome transmitir mi valor verdadero, mi esencia.
Por eso no te recomiendo hacer mentorías de marketing “normales”, a no ser que estés súper preparada para ellas.
Y es por esto que desde 2022 (y potenciándolo todavía más en 2023) incluyo en mis servicios las 3 áreas que para mi son fundamentales: “Estrategia de negocio”, “Marketing y ventas” y “Mentalidad y desarrollo”.
Si unimos eso a tu expertise como profesional de la salud integrativa, cambiamos el mundo.
No hay otra opción.
Porque incluso aunque sintieras que no estás preparada, mis formaciones están pensadas para prepararte.
Esto fue lo que me faltó a mi en 2018.
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