Estos días atrás le preguntaron a alguien que me conoce “oye, lo que vende es de verdad? funciona? o es humo?”.
Ostras.
Qué buena pregunta.
Pues depende de si lo aplicas o no.
¿Meditar funciona o es humo?
¿Nutrirme funciona o es humo?
¿Ir al psicólogo funciona o es humo?
Ostras…
Te podría hablar del éxito de algunos de mis clientes, de lo que han conseguido y demás…
Pero no lo voy a hacer.
Porque no importa en este punto. En todo caso, eso es contenido que está en la web, en instagram… no está escondido.
Pero no es eso lo que importa.
Importas tú y saber por qué estás pensando que algo de lo que yo diga puede ser humo.
¿Cómo va a ser humo pensar que puedes mejorar la facturación de tu negocio?
¿No hay gente que factura más que tú?
¿Por qué tú no ibas a poder?
La respuesta a esta última pregunta refleja literalmente el sistema de creencias que ahora mismo te está limitando.
Así que me da igual lo que pienses, lo que verdaderamente importa es por qué lo estás pensando.
Y si estás preparada para dejar de pensarlo, para pensar otra cosa que potencie tu camino y tus resultados.
La mítica frase:
Tanto si piensas que puedes como si no, estás en lo cierto.
Pues eso.