Parte de mi tiempo diario lo dedico a formarme, a estar al día del marketing, de las tendencias…
A mi me gusta, ya te lo ahorro, don’t worry.
Bueno pues todo el mundo piensa que su metodología es la mejor, la más guay, la que consigues resultados más rápido
Obviamente.
Pues no, mi metodología no es la que nada de eso.
Resulta que todo sirve.
O todo puede servir.
Hacerte una web y posicionarla en google para que te traiga clientes, puede servir.
Hacer publicidad con un embudo de ventas, puede servir.
Crear contenido en redes, puede servir.
Hacer llamadas por teléfono en frío… puede servir.
La cosa es que hay personas que saben aplicar directamente lo que les cuentan y punto. Son robotitos, en el buen sentido.
Ejecutan y tienen resultados.
Son los que menos, lo tienen de manera innata y te diré que es… no sé, el 1% de la población?
Pero la gran mayoría no está ahí.
Para la gran mayoría el mensaje de “haz esto y te funcionará”, no sirve, ni va a servir.
Porque lo que necesitamos no es copiar y pegar.
Necesitamos (y perdóname que me ponga la capa de la espiritualidad), conectar con lo que nos va bien a nosotros.
Necesitas conocer las opciones, sí.
Copiar lo de fuera, al principio, ok.
Pero luego el único modo de que funcione cualquier estrategia a largo plazo es que conectes con ella en tu interior.
Asegurándote primero de quitar todos los miedos, creencias e inseguridades.
Si lo piensas así, pasa igual con una relación de pareja, con tu negocio o con tus amigos.
Copiar, en el largo plazo, no te va a traer la satisfacción que buscas.