Hace unos meses daba la bienvenida a 3 clientas nuevas de la mentoría individual.
Una de ellas estaba agobiadísima.
Dios mío.
Quería que le diera faena, que le dijera lo que tenía que hacer y ponerse a currar ya de ya porque su negocio lo necesitaba.
Porque quería ver resultados.
Este tipo de perfil es muy común entre mis clientas y se da cuando llevas años trabajando de una manera muy concreta:
Es cuando trabajas sin saber muy bien qué estás haciendo, ni por qué, ni para qué, ni qué beneficio te da… ni nada.
Llevas tanto tiempo dejándote llevar por ideas que no terminas de comprender del todo (las redes sociales, el marketing…) que te encuentras en una rueda de hacer por hacer.
No estás siendo eficiente.
Solo estás haciendo cosas.
El problema es que para vender más con tu negocio y trabajar menos, hay que ser eficiente.
Hay que ser muy eficiente. Cuando más, mejor.
Cuanto más eficiente, más pasta para ti.
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