Libérate del miedo en tu emprendimiento
Hoy te cuento algo difícil.
No sé si sabes que tengo una perrita, Pluma. Llegó a mi siendo una bolita de pelo.
Pesa 1,550 kg. Casi no hay ni mancuernas de ese peso.
Es diminuta, vaya.
Y casi desde que compartimos vida, he sufrido como una condená. Desde el minuto uno pensaba que se iba a morir, por una razón u otra.